En el Paraíso existe un lugar llamado "LA CIUDAD DE PAZ" donde viven felices los bebes y niños, que partieron de la tierra, ellos viven rodeados del amor de Dios y llenos de cuidados especiales y primorosos por parte de seres angelicales, esta es la descripción de lo que vio y oyó Marieta Davis:
"Jesús en el Paraíso de la Inocencia"
(Continuación)
"Cada vez que un niño muere en la tierra el ángel guardián que lleva el espíritu a "La Tierra de Paz" percibe su tipo interior de mente,...
(Mientras hablaba explicándome el trato especial que recibe cada infante que sube al cielo)
observe que cada uno de los ángeles de la guarda se levantó con el niño a su cargo, y se posó en el gran espacio de la ciudad de paz...
…Una luz, infinitamente superior a la del templo, descendió de lo alto;
Al contemplar esa luz
¡Quedé asombrada!
Ante mis ojos estaba ¡El Ser más glorioso!
¡¡¡Jesús mi Redentor!!!
Lo rodeaba una compañía
majestuosa de ángeles
A medida que se acercaban al centro, los ángeles que lo acompañaban se detuvieron, y ese ser divino sonriendo dijo:
"Dejen que los niños vengan a mí"
¡Y no se lo impidan!"
La dulzura y gentileza de la expresión, y el amor que se asomaba a su rostro cuando estas palabras salían de sus labios me venció,
Si el mundo pudiera ver y oír lo que entonces ocurrió mientras hablaba
"Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan"
Los ángeles de la guarda se acercaron, y cada uno se presentó con su tesoro.
Jesús movió su mano por encima de ellos,
y de ella cayó bondad como gotas de rocío,
y los niños parecían beber
¡Como de una fuente de AGUA VIVA!
¡¡¡Eran inmensamente bendecidos!!!
La emanación de ese Ser divino
¡Era el Aliento de VIDA!
Los ángeles que lo acompañaban tocaban instrumentos de cuerda, y cantaban el himno de la Redención.
Jesús movió su mano amable, como si aprobara lo que habían hecho los ángeles de la guarda
y todos se inclinaron, y velaron sus rostros con el manto de gloria que los envolvía.
De repente la música, como la voz de muchas aguas, surgieron de todos los templos, de la amplia guardería...
Y a medida que la expresión avanzaba en una ola creciente de adoración
angelical
Ese Ser precioso, divino, junto con los que le habían acompañado, volvió a ascender
y los ángeles de este templo reanudaron su antiguo movimiento en el Paraíso Infantil.
(Continuación del precioso testimonio "Paraíso de la inocencia" de Marieta Davis, este es solo un fragmento de todas las maravillas que se le fue mostrado en el cielo)
¡Dios les bendiga grandemente!