¡Camina
con fe en un Dios! ¡¡¡Todo poderoso!!!
"Eres un muchacho, y Goliat un hombre de guerra desde su juventud" Dijo el rey Saúl al joven David,
pero eso no hizo decaer la fe de David, él había aprendido a caminar con un ¡¡¡DIOS
PODEROSO!!!
David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre;...
Y cuando venía un león,...
...o un oso,
y tomaba algún cordero de la manada,
salía yo tras él, y
lo hería, y lo libraba de su boca; y si
se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y
lo mataba.
Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de
ellos, porque ha provocado al
ejército del ¡DIOS VIVIENTE!
Añadió
David: Jehová, que me ha librado de las garras
del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este
filisteo. Y dijo Saúl a David:
Ve, y Jehová esté contigo.
Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. Y ciñó David su espada sobre sus
vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la
prueba.
Y dijo David a Saúl:
Yo
no puedo andar con esto,
porque
nunca lo practiqué.
Y David echó de sí aquellas cosas.Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo,
y las puso en el
saco pastoril, en
el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.
Y el filisteo venía andando y acercándose
a David..." burlándose de
él, entonces dijo David al filisteo:
"...el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado."
"Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré..."
Y David añadió:
"Y
sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos."
La certeza, la seguridad con que David hablaba del poder de Dios, nos muestra la hermosa relación que él tenía
con Dios.
¡David caminaba con Dios!
Conocía al Dios viviente
Porque ¡DIOS VIVE!
Él te mira, te cuida, ¡Te ama tanto! Y quiere oír tu voz,
contándole tus cosas.
¡Él es tu amigo fiel!
David había aprendido a tener una relación VIVA con
Dios ¡Y Dios cuidaba de él!
En
los campos
verdes donde
pasteaban las ovejitas, ¡Él
adoraba a Dios! ¡Se
gozaba en su presencia!
Meditaba en los hechos poderosos de Dios ¡Y su FE, se hacía gigante! Sin
que sus padres y hermanos lo notaran se había convertido en un "Gigante
en fe"
Pasando
tiempo con Dios, David desarrollo su fe en Dios, por
eso cuando vio al gigante Goliat, no le dio temor, él veía
el poder de DIOS, que eclipsaba todo lo que tenía al frente, leones, osos,
gigantes, sabía que Dios le daría la victoria... ¡Aleluya!
Así
con esa FE firme, en Dios él
pudo vencer a Goliat, para honrar y glorificar su nombre.
Y tu querido niño ¿Cómo está tu FE en Dios?
¿Lees la palabra de Dios diariamente?
¿Hablas con Dios?
¿Le adoras?
¡A Dios le gusta que le adoremos!
Su presencia se manifiesta de una forma ¡Muy especial en
nuestro ser cuando le adoramos!
¡Adórale!
¡Alimenta tu fe, cada día!
Como David, el gigante en fe, leyendo los evangelios, y
los hechos poderosos de Dios tu fe crecerá serás un ¡Gigante en la fe! Conquistador de
grandes victorias por la fe en un Dios ¡¡¡Todopoderoso!!!
Porque cada vez que dedicas tiempo a Dios eres UNO con ÉL.
"Cada
lucha que enfrentes" Él peleará
por ti, porque contigo ira el
Señor...
¿Qué es lo que impediría que la presencia de Dios vaya contigo?
EL PECADO
"El pecado, nos
separa de Dios, de su preciosa presencia, porque él es SANTO, su
naturaleza es pura santidad, y el no concuerda con el pecado.
Pecado es vivir contra la voluntad de Dios, descrita en las enseñanzas de Jesús.
Por ello es muy
importante que diariamente leas sus
palabras para que puedas vivir por ella.
Querido
niño, querida niña, si sientes que tienes que arrepentirte de algo malo que hayas hecho, hazlo...
la mentira, el engaño, el burlarse de
las personas, el egoísmo, el hablar malas palabras, el faltar el respeto a tus
padres o personas mayores, el mirar cosas indebidas, el coger algo que no
es tuyo, es pecado delante de Dios y eso te separa de él...
Cuando vivimos separados de su presencia, todo es tristeza y
dolor, confiésale lo que hayas hecho a Jesús, él te perdonará y te llenará de su presencia, para que camines con él tomado de su mano, ¡Siendo un vencedor!...
¡Tú eres llamado a ser un gigante en la fe por tu amistad
diaria con Jesús!
Puedes hacer esta oración, de todo corazón:
"Amado señor
Jesús, perdóname mis pecados, te confieso que he hecho... hoy me
entrego a ti, limpia mi corazón,
mi vida te la doy, quiero de tu mano andar, adorarte, aprender de ti, ayúdame
con tu Santo Espíritu, gracias por dar tu vida por mí."
(Historia
de David y Goliat. Libro del antiguo testamento 1 Samuel capítulo 17,
versículo 33 en adelante)